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viernes, 4 de octubre de 2013

MANÍAS DE LA CIERVA

Me ponen nerviosa los armarios abiertos, no me puedo ir a la cama sin cerrarlos asegurándome varias veces de que las puertas quedan perfectamente ensambladas, nada de rendijas. Los ruidos estridentes golpean mi cerebro...es un dolor que me taladra, peor que cualquier bofetada. Cuando cruzo la calle subo a la otra acera dando un pequeño salto, intentando levantar los pies del suelo y siempre aterrizando con mi tacón derecho. Nunca salgo de casa dejando algo en un lugar dónde sé que a la vuelta no me gustará encontrarlo. Camino por las calles mirando al suelo inventando formas de no pisar líneas, cuadrados, mosaicos... dependiendo de la composición de las baldosas, (por supuesto en los pasos de cebra solo piso las lineas blancas, y ahora como las han borrado por el centro hago la extensión mental de un lado a otro).
Necesito que los cojines de mi cama ó sofá estén colocados creando un equilibrio entre forma y color...no soporto los cojines puestos sin gusto...es superior a mi. Tampoco las almohadas descentradas, me gustan con el mismo margen en cada lado. La televisión ha de tener un ángulo perfecto referente a dónde decida relajarme en ese momento, quiero decir que no puedo leer una revista tranquilamente si la tele mira a cuenca... aunque esté apagada. La luz de dónde me encuentre ha de tener la intensidad y la tonalidad adecuada, cálida y suave. En mi mesa de trabajo ha de estar todo perfectamente equilibrado, un desorden ordenado que no despiste mi equilibrio visual. Cuando voy a comprar cambio el producto varias veces por otro que es aparentemente igual, diferente para mi. Siempre pongo los mandos a distancia bien colocados con sus aparatos. Raramente empiezo a escuchar una canción y no la cambio antes de que termine. Siempre me dejo lo mas "rico" del plato para el final, cosa que está mal hecha porque ¡quién sabe si llegarás al final del plato!. Suelo llamar tres veces al telefonillo, y si no lo cogen llamo otras tres, ni mas ni menos.




Al fin y al Cabo...
éstas entre otras tantas son pequeñas manías que cualquiera puede tener.

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MUCHAS GRACIAS
Y RECUERDA, DEJA QUE TE LLAMEN LOCO, Y RÍETE POR DENTRO.
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