Querida Hada Madrina:
Muchas gracias por escucharme, aconsejarme y entenderme.
Me encanta hablar contigo,
aprender de ti,
escuchar tus palabras y leer tus pensamientos...
¡Son tan bonitos!
Día a día
(quizás sin darte cuenta)
me vas poniendo caramelos en el camino para seguir adelante.
Me haces dar pasitos,
uno tras de otro para ir recogiéndolos y abriéndolos con muchísima ilusión.
Queriendo adivinar de qué color ó sabor serán,
cada uno mas rico que el anterior.
Y a su vez me animas a calentar el fuego para crear los míos propios y que alguien sin rumbo los recoja.
Ojalá todo el mundo tuviese la misma suerte...
la suerte de tener un
HADA MADRINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
MUCHAS GRACIAS
Y RECUERDA, DEJA QUE TE LLAMEN LOCO, Y RÍETE POR DENTRO.
¡A SOÑAR!